No creo en tu mitad, esa que es una serpiente al acecho.
Aunque cubras tu hermoso traje ,de mi lluvia de fuego,
nunca lograras sentir como yo la sensación de estar a salvo.
Los sapos por el aire atados de las patas, fumando hasta explotar.
Los hombres por el aire atados en su mente, pensando hasta explotar...
sábado, 19 de septiembre de 2009
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